Bodegón

“ Tanto en los cuadros en los que el tratamiento de la materia pictórica se hace de un modo minucioso, logrando calidades casi reales en los objetos, como en aquellos en los que la pintura está tratada de un modo más libre, empleando un pincel amplio que distribuye el pigmento de manera menos definida, el color es capaz de regir la tonalidad de lo creado. Se erige en el constructor de las formas, logrando, gracias a la perfecta degradación de las tonalidades, crear un ambiente envolvente e intimista que hace que la luz se transforme en algo casi tangible. El color se hace objeto, no sólo le sirve como elemento definitorio, sino que además lo transforma en parte esencial y propia de lo representado, jugando con una gran gama de colores en un mismo plano y espacio “Representa tanto flores, frutos, como vasijas, jarrones y copas de cristal, barro…”